Haciendo más verdes nuestros pagos: fomentando la sostenibilidad en aspectos insospechados de nuestra vida diaria

En los últimos años, hemos sido testigos de un importante aumento en la conciencia ambiental de nuestra sociedad. La necesidad de encontrar soluciones sostenibles se ha convertido en una necesidad a medida que el mundo enfrenta los desafíos planteados por el cambio climático y la disminución de los recursos. Por lo tanto, es crucial que cada sector contribuya a un esfuerzo colectivo por un futuro mejor, y la industria tecnológica debe ser una fuerza del cambio para impulsar la transformación. En Sngular, reconociendo nuestro papel y responsabilidad, estamos constantemente explorando nuevas formas en las que podamos contribuir a la sostenibilidad de nuestro planeta y al bienestar de las personas.

En este compromiso de tener un impacto positivo, intentamos contribuir desde todas nuestras áreas de negocio y experiencia: diseño, marketing, desarrollo de software más eficiente, inteligencia artificial, realidad virtual... Y aunque pueda sorprender a muchos, hemos detectado que incluso ámbitos aparentemente lejanos, como los pagos, poseen un potencial notable para iniciativas orientadas hacia un mundo sostenible. En este artículo exploraremos la intersección entre los pagos y la sostenibilidad, con la esperanza de resaltar el potencial notable que existe en cada industria para contribuir al esfuerzo global por un mundo más sostenible

Comencemos hablando del efectivo. En 2018, el Banco Central de los Países Bajos realizó una evaluación del costo del efectivo para el medio ambiente. Los resultados muestran que el sistema de pagos en efectivo tenía una emisión de gases de efecto invernadero no despreciable de 17 millones de kg de CO2 equivalente al año, y esto en un país altamente digitalizado. La producción y el transporte de efectivo, así como el consumo de los cajeros automáticos, fueron identificados como algunos de los principales factores que contribuyen a esta cifra.

¿Significa esto que eliminar el efectivo limita las emisiones en los pagos? De ninguna manera. Las tarjetas y otros métodos de pago digitales también generan una huella relevante, tanto en su fase de producción como durante el procesamiento de las transacciones. Sin embargo, existen muchas formas en las que los diferentes actores en el ámbito de los pagos pueden contribuir a reducir su impacto en nuestro medio ambiente.

Por ejemplo, podemos reducir este impacto utilizando materiales reciclados para las tarjetas de pago, o incluso eliminando por completo la necesidad de soporte físico al integrarlos en wallets digitales u otras alternativas de dinero móvil. Los comercios pueden optimizar sus procesos a través de la unificación de sus sistemas de pago mediante soluciones omnicanal únicas, lo que a su vez conduce a un menor consumo de energía en el procesamiento de transacciones. Las empresas también pueden establecer protocolos de sostenibilidad centrados en reducir la huella ecológica de sus procesos de pago y reembolso, o incluso incluir compensaciones en el momento del pago para que el cliente pueda elegir contribuir económicamente para limitar el impacto de su actividad.

Por otro lado, la digitalización de la industria de los pagos tiene efectos secundarios adicionales que, aunque no sean tan evidentes a primera vista, pueden tener un impacto extremadamente positivo en la Agenda de Sostenibilidad de las Naciones Unidas. Esta agenda enfatiza los esfuerzos para erradicar la pobreza, el hambre cero y fomentar comunidades sostenibles para 2030. En lo que respecta a los pagos digitales, veamos algunos números: en 2016 casi la mitad de los agricultores del mundo no tenían acceso a servicios bancarios. Aunque 2016 puede parecer ya hace mucho tiempo después de una pandemia, la situación no ha cambiado mucho: todavía hay 1.400 millones de personas sin acceso a servicios bancarios en 2021, un porcentaje especialmente relevante entre los más pobres.

Facilitar el acceso de los agricultores a recursos financieros y la digitalización ha demostrado ser beneficioso tanto para el bienestar de los hogares como para los rendimientos agrícolas posteriores. Los agricultores a pequeña escala representan aproximadamente el 95% de las granjas del mundo. Contribuir a su digitalización y facilitar su acceso a medios financieros digitales puede tener un impacto significativo tanto en su calidad de vida como en la producción global de alimentos y la mejora de las técnicas de producción para reducir su impacto climático. Y en un mundo en el que la demanda de alimentos aumentará un 70% para 2050, cada mejora puede marcar la diferencia.

En esta breve nota, no pretendemos proporcionar soluciones a uno de los desafíos más relevantes que hemos enfrentado como humanidad, que es hacer de nuestro mundo un lugar sostenible para los 8 mil millones de personas y toda la vida con la que compartimos nuestro planeta, sino que nuestro objetivo es, desde nuestras áreas de experiencia, poner el foco sobre nuestras acciones más cotidianas, como pagar en el mercado local. En todas ellas hay algo que podemos hacer para contribuir a nuestra meta conjunta de lograr un mundo más sostenible